A todos y a todas nos da terror imaginarnos que una mujer de las que amamos pudiera desaparecer de nuestras vidas arrebatada, pero cuando se logra encontar a una de ellas, entonces queremos examinar el cómo y por qué, en lugar de celebrar que está viva, que no le pasó nada, que regresa con los suyos, que no está en la interminable fila de las que no vuelven jamás. Como sociedad hay que cuestionarle el por qué la encontraron viva y sin ningún daño después de preocuparnos a todos.
Las mujeres no ejercen este tipo de violencia hacia los hombres, no con frecuencia, no como la norma, no de forma sistemática.
La verdad sea dicha, para formar mejores hombres, debemos cruzar la frontera del “ellos contra nosotros” hacia un compromiso común de hacer cada uno nuestra parte para fomentar una convivencia sana que nos lleve a tener más empatía y, a la larga, una mejor cohesión social.
En la película Inglorious Basterds de Quentin Tarantino, el Teniente Aldo Raines, interpretado brillantemente por Brad Pitt, tenía la costumbre…
En su ensayo «Men explain things to me» (Los hombres me explican cosas), Rebecca Solnit describe y se adentra en…
La política pública es también una herramienta valiosa para la transformación cultural de la población…
Este tipo de patriarcado es el que vivimos todos los días en nuestro México. En esta sociedad patriarcal, la mujer es vista como débil, sumisa, obediente y como una extensión de los hombres, de quienes adquiere su valor como persona.
…sé que yo no salgo de mi casa pensando que podría ser el último día que lo haga porque una mujer podría violarme y matarme solamente porque puede, ese horrendo pensamiento no me atraviesa cada vez que estoy solo.
En el México de hoy los hombres no expresan cuando están sufriendo, se matan sin esbozar el más mínimo gesto de la pena que los consume. El hombre mexicano prefiere morir antes que sentir.
Fue la connotada escritora Jessica Valenti en su muy recomendable artículo “when misogynists become terrorists”, publicado por The New York Times en el año 2018, la que en sustitución al relativamente inocente concepto de incels, acuñó el término que le da nombre a esta columna: terrorismo misógino.