Dicen que le diste mucho al fútbol Diego, yo creo que tomaste todo del fútbol: fortuna, fama, poder… y a cambio, dejaste malos ejemplos, patanería y fanfarronería en la cancha, y fuera de ella, creo que ya nos ha quedado claro lo que eras.
Proclamarnos feministas, es entonces, una vil afrenta; es una burda apropiación de algo que no nos corresponde; es nuevamente, apropiarnos del trabajo de las mujeres como lo hemos hecho durante milenios.
Las mujeres no ejercen este tipo de violencia hacia los hombres, no con frecuencia, no como la norma, no de forma sistemática.
Apoyemos el deporte femenino. Si queremos salarios equitativos, debemos lograr que los deportes femeninos sean tan lucrativos como industria como lo es el deporte masculino. Las personas dueñas de ligas y equipos no tienen incentivos para invertir en ellas ni en las atletas si no pueden obtener réditos económicos.