¿Cuántas veces has escuchado ante los ahora tan sonoros y públicos reclamos contra la violencia machista que sufren las mujeres, a alguien que utilice este argumento para hacer notar que los hombres también sufrimos violencia y cambiar el foco de atención hacia la victimización del hombre?
Y es que, no estaría equivocado, claro que los hombres también somos víctimas de violencia en una escala aterrorizante. Después de todo, solamente en el año 2018 en México se registraron 32,765 homicidios a varones, y claro, si comparamos esta cifra contra las 3,752 mujeres que fueron asesinadas en el mismo año (INEGI), la imagen es clara: A los hombres nos matan a una tasa brutalmente mayor que a las mujeres en este país.
¿Y entonces? ¿Por qué el reclamo es para que el Estado ponga en práctica políticas proteccionistas para las mujeres y no para los hombres? Pues bien, no es tan difícil de entender: Existen políticas proteccionistas para los hombres, son en general las políticas de seguridad pública ¿Por qué? Pues porque los hombres son en su gran mayoría violentados por personas pertenecientes al mismo grupo poblacional, es decir, otros hombres, de manera que no es posible proteger a un grupo poblacional contra sí mismo a través de políticas públicas de seguridad que no sean generales.
La demanda por obtener políticas de seguridad pública específicas para proteger al grupo de las mujeres obedece básicamente a los siguientes dos elementos:
1.- La violencia ejercida de manera sistemática por un grupo poblacional (hombres) hacia otro grupo poblacional en situación de mayor vulnerabilidad (mujeres).
Para ejemplificar esto, las cifras (INEGI, CNPJE) pintan un retrato bastante claro: El 93% de los crímenes violentos y el 96% de los crímenes sexuales son cometidos por hombres. Y aunque la gran mayoría de víctimas de homicidios en México son varones, en el 95% por ciento de los casos son asesinados por otro hombre. En evidente contraste, de los crímenes sexuales registrados, solamente el 7.36% de las víctimas son hombres y solamente un 4% de los crímenes sexuales son cometidos por mujeres (esta proporción es aún menor si eliminamos los crímenes sexuales cometidos por mujeres donde la víctima no es un hombre). Además un gran número de mujeres son asesinadas por sus parejas, amigos o familiares. Estas son las diferencias clave.
Los hombres sí sufrimos mayor violencia en México, pero no a manos de las mujeres, sino de nosotros mismos. En cambio, la violencia que sufren las mujeres, sí es ejercida en la abrumadora mayoría de ocasiones por los hombres. Es por esto que se valora como un abuso sistemático de un grupo poblacional hacia otro, y la única diferencia entre estos grupos es el género, por eso se considera «violencia de género», y aunque aquí uso solamente las formas más brutales de esta para ejemplificarla, existen muchas formas de este tipo de violencia que son ejercidas hacia las mujeres de forma sistemática, normalizada y cotidiana.
2.- La forma e intensidad de la violencia de género.
Pocas veces verás en las notas periodísticas de hombres asesinados, que sus cuerpos hayan sido encontrados violados, con las ropas arrancadas, tirados en una zanja, con los genitales desgarrados, etc. Este tipo de escenarios tiende a ser muy común cuando se reportan casos de mujeres asesinadas. No solamente las matan, las despojan de la vida de una forma brutal; usualmente con armas blancas, las golpean, las violan, las queman, las cortan, las mutilan, las desgarran, las destrozan y las desechan como si fueran basura. Lo hacen para que las encuentren así, como algo infrahumano, como si fueran algo sin valor. Estos actos se hacen con la mayor vileza y cobardía y llevan por intención humillarlas y denigrarlas, pero también destrozan a sus seres queridos que tienen que revivir en su imaginación la infamia de los actos perpetrados por estos asesinos, además de la revictimización por parte de los medios amarillistas, machistas y mezquinos.
Las mujeres no ejercen este tipo de violencia hacia los hombres, no con frecuencia, no como la norma, no de forma sistemática.
Es por esto por lo que es importante reclamar que existan políticas de seguridad pública que protejan especialmente a las mujeres contra este tipo de violencia, porque sólo ellas la conocen, porque sólo ellas la viven, la sufren, la temen, todos los días en que habitan en nuestro México.
Y hermano congénere, si tú en verdad crees que algo debe hacerse para frenar la violencia que sufrimos los hombres, entonces deja de ejercerla en tu vida y reclama al Estado que atienda este problema, así como ellas salen a las calles a reclamar que se atienda la violencia que ellas sufren a manos nuestras, pero no tomes causa contra el único grupo que se atreve a salir a las calles a reclamar al Estado por su negligencia ante la violencia que viven, cuando tú no has tenido el valor de reclamar atención a la violencia que vives tú.
Josué Lavandeira – josue_lavandeira@alumni.harvard.edu
Definitivamente asi es, la mujer es violentada en.la mayoría de los casos por el hombre y los hombres en sus luchas de poder también se destruyen. Algo que debe considerarse es que el aborto tambien es violencia, definitivamente a la mujer nos falta aceptar y conocer que si practicas un aborto o solicitas un aborto estamos haciendo violencia hacia un ser indefenso. Que la falta de educación sexual y responsabilidad de practicar el sexo, esto tiene una responsabilidad, todo acto que tenemos tiene una responssbilidad implicita, es lo que nos hace diferente a los animales, tenemos la capacidad de conocer nuestro cuerpo y protejernos de un embarazo antes que crear un embarazo con el hombre y querer deshechar a un ser humano matandolo, seamos dueñas de nuestro cuerpo. Decidamos como quiero planear la vida. Y los hombres son seriamente responsables también de un embarazo.