#NotAllMen

Para 2015, INEGI estimaba que en México sumábamos poco más de 119 millones de personas, 61 millones de mujeres por 58 millones de hombres. Es decir, 94 hombres por cada 100 mujeres.

En años recientes y con el advenimiento del movimiento #MeToo, y las innumerables denuncias en contra del acoso y abuso sexual, que sufren las mujeres en todo el mundo de parte de los hombres —y sin ser la excepción nuestro país—, han surgido también movimientos que buscan defender a los hombres buenos. Porque es cierto que la gran mayoría de hombres en nuestro país, no somos delincuentes de ningún tipo; y en general, procuramos ser buenas personas. Al menos éstas son algunas de las excusas con las que se pretende justificar éste tipo de movimientos y expresiones en redes sociales, y en medios de comunicación impresos y digitales.

En mi opinión, estos movimientos nos dañan mucho más de lo que nos ayudan a los hombres, aún más a las mujeres, y a todos como sociedad. No ayuda que digamos que no todos los hombres violan, acosan, o matan mujeres; eso ya lo sabemos.

No ayuda que digamos que ellos son monstruos y no «hombres de verdad», estos delincuentes no son monstruos; dejemos de mitificarlos, son hombres como tú y como yo, que vivimos en una cultura de violación, y de permisibilidad y glorificación de la violencia, hacia ellas y hacia nosotros. Cualquiera podemos ser uno de ellos.

No ayuda que no queramos vernos al espejo y reconocer las acciones de nuestra vida diaria que contribuyen a ésta cultura. No ayuda que cuando en la oficina haces un comentario sobre el cuerpo de una compañera y alguien te haga notar que no es correcto hablar así, digas que «es broma y no pasa nada», sabemos que piensas que es «una broma», pero sí pasa mucho, y estamos contribuyendo a esa cultura cuando lo hacemos, y cuando lo vemos y no hacemos nada.

No ayuda que no queramos ver que cada vez que le ofrecemos otro trago a la chica que obviamente ha bebido demasiado, estamos contribuyendo a esa cultura. No ayuda que presiones a tu pareja a tener relaciones sexuales cuando ella aún no está segura, o cuando simplemente no quiere, no importa cuántas veces haya pasado antes. No ayuda cuando compartes las fotos íntimas que eran solamente para ti, o que no eran para ti.

Y es que lo entiendo. Yo tampoco quiero ser culpable de la situación en la que viven las mujeres en nuestro país, yo tampoco quiero sentir culpa por las miles de mujeres violentadas. Pero esto no se trata de culpa, no es tu culpa ni la mía; no se trata de ti, ni de mí como individuos; se trata de responsabilidad colectiva y sí es mí responsabilidad, y la tuya, y la de todos, dejar de contribuir a esta cultura. Dejar los comportamientos que suman al estado actual de las cosas es responsabilidad de toda nuestra población.

Podemos cambiar la situación actual, y la podemos cambiar con acciones pequeñas desde nuestras actividades de todos los días:

1.- Dejemos de decir #NotAllMen (no todos los hombres) de una vez y para siempre, no ayuda a nadie.

2.- Tratemos de ser conscientes de cómo hablamos a las mujeres en nuestra vida, de cómo pensamos sobre ellas, y de cómo nos comportamos alrededor de ellas. Si hay dudas sobre cómo nuestro comportamiento puede estar contribuyendo a la violencia hacia ellas, preguntemos y mantengámonos dispuestos a aceptar críticas, y a entender que no se trata de nuestras intenciones (por buenas que puedan ser), sino de cómo hacemos sentir a otras personas y el impacto que tienen en ellas nuestras acciones y palabras.

3.- No tengamos miedo de levantar la voz cuando vemos que un hombre dice o hace algo que claramente contribuye a una cultura de misoginia y violencia hacia las mujeres. Procuremos no ofenderlo, sino hacerle ver que su comportamiento está teniendo un impacto negativo en otras personas. Y no lo hagamos personal, recordemos que él como nosotros, fue socializado en esa cultura, y esos comportamientos han sido normalizados para él. Nadie estará dispuesto a cambiar cuando se siente ofendido por lo que le dicen que debe cambiar.

No todos los hombres son culpables de violencia, acoso, violación o feminicidio, lo sabemos… pero todos somos capaces de serlo y de muchas maneras fomentamos una cultura que contribuye a ello. Además, muchos sí lo son, y las cifras son alarmantes.

Todos fuimos socializados en esta cultura machista, misógina, violenta, y todos estamos en esto juntos. Nos corresponde como hombres hacernos responsables y atender este problema de hombres… a TODOS los hombres (#AllMen).

Josué Lavandeira – josue_lavandeira@alumni.harvard.edu

1 comentario de “#NotAllMen”

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